Los países europeos evalúan medidas para intentar evitar que las fiestas de Navidad puedan ser un elemento difusor del coronavirus, lo que se traduce en nuevas restricciones en Alemania y Reino Unido, y desescaladas más lentas, como en Francia.
Las medidas que fueron impuestas por algunos lugares de Europa a mediados de octubre, ante una segunda ola de contagios de COVID-19, han dado sus primeros frutos. Sin embargo, algunos de estos gobiernos europeos han decidido no bajar la guardia mucho antes de las fiestas.