policíacas

La muerte bajo custodia policial de la Dra. Beatriz Hernández Ruiz, ocurrida el pasado 9 de junio en Progreso de Obregón, Hidalgo, pone de manifiesto, una vez más, la perversa autonomía de la Policía como institución que asume la potestad necropolítica de dar muerte o dejar vivir. La necropolicía administra los cuerpos de las personas sometidas a su poder coercitivo y potencialmente mortal.